Ingrid y Andrés son maestros y padres de tres pequeñas: Nora, Cloe y Elsa. Adoran viajar y creen firmemente que conocer otros países es la mejor manera de educar, que la mejor escuela es el mundo. Hace unos meses se embarcaron en la que puede ser una de las mayores aventuras para su familia: dar la vuelta a suramerica.
Viajan en un 4×4 en el que muchas veces también duerme, junto a volcanes, mares o desiertos. Visitan escuelas, proyectos educativos y organizaciones. Personas como ellos, que adoran viajar y a los viajeros, les abren las puertas de su casa y los alojan. Su historia es la de un viaje en el que están descubriendo una red de solidaridad y de intercambio que se está convirtiendo en un gran regalo para ellos y para sus hijas.
Desde el Sur de Chile, Ingrid nos habla de este año de aventuras, descubrimientos y grandes recuerdos que nunca olvidarán. Una entrevista inspiradora en la que trasmite, con una fuerza increíble, todo lo que esto significa para ellos. Son El vuelo de Apis
Educar viajando
Os habéis embarcado en un gran viaje dando la vuelta a Sudamérica en un año. ¿Cómo se toma una decisión así?
Es fácil y difícil al mismo tiempo. Hacía mucho tiempo que teníamos en mente el estar en familia, el conocer mundo, el parar de los ritmos estresantes que llevamos en el día a día. Y eso estaba ahí y rondaba y rondaba…
Se dieron varias casualidades o empujoncitos que nos han llevado a este viaje: Uno fue ir a Madrid a una jornada de grandes viajes donde diferentes personas, gente normal, contaban sus experiencias. Todos decían que lo importante era ponerse una fecha. Así lo hicimos y eso fue el motor para tener claro que teníamos un objetivo.
También fue importante ser conscientemente de que vivimos en una sociedad de miedos continuos “si dejo esto, si hago esto…” Queríamos demostrarnos que el miedo no es algo que te deba acompañar en la vida.
Y algo también que era vital en todo esto eran nuestras tres hijas. Queríamos que conocieran que la versiónde este mundo no es la de los telediarios o de la televisión. Este mundo es otra cosa, esta formada por gente y para conocerlas hay que moverse.
Desde mayo del 2015 hasta que nos fuimos, en casa fuimos recibiendo viajeros de todo tipo: familias, gente sola, extranjeros, locales… y fue como un precalentamiento a nuestro viaje.
¿Cuál era el objetivo de hacer este viaje en familia?
Que las tres niñas tuvieran experiencias, que compartieran, que vivieran… En este caso se une que ambos somos profesores y apasionados de la educación. Sabemos que la escuela está limitada porque la mejor escuela es el mundo. La experiencia en el aprendizaje es vital.
Por otro lado, vivimos en un mundo en el que se habla de valores, pero esos valores también hay que vivirlo, experimentarlos. El diseño del viaje y la forma de viajar hace que las niñas vivan en primera persona la hospitalidad, el respecto, el compartir, el conocer, el aprender en primera persona. Y de nuevo, aunque la escuela puede trabajar todos esos aspectos – y lógicamente lo hace y les aporta a los chicos mucho- vivirlo directamente día a día es algo que no se puede lograr de otra manera.
También hacer este viaje en familia nos hace reflexionar de como somos, de que cada uno trate de poner lo mejor de su parte para que todo salga bien. También es importante entender que si la familia está junta se consigue lo que queramos.
A veces nos preguntan que es lo más difícil en el viaje, logivamente estar 24 horas juntos los 5 tienes sus implicaciones. Las chicas necesitarían a veces tener su espacio, su tiempo, un tiempo exclusivo para cada una y eso ahora mismo no se lo podemos dar.
Viajar con niños es siempre una aventura, pero en un viaje de este tipo más aún. Con tres niñas pequeñas, ¿Cómo les contasteis esta decisión y les trasmitisteis la importancia de este viaje?
Las tres chicas han sido consicientes de este viaje desde el minuto 1. No hemos dado pasos sin contar con ellas. Siempre nos ha gustado viajar y siempre hemos aprovechado cualquier momento para viajar a donce fuera. Están acostumbradas, saben que nos encanta, que son ratos que compartimos pero en este caso que era un viaje que llevaba mucha preparación, que tiene un proyecto detrás, que habá que hacer un logo, diseñar una página, montar un video de presentación, y cada uno de esos pasos que dimos las hemos hecho participe.
Además, era necesario para un viaje de esats características hacer un plan de ahorro importante, muy importante, y ellas eran conscientes y trabajamos todos. Teníamos una hucha para ahorrar y había que bajar tremendamente el gasto mensual y ellas colaboraban en todo eso.
Les pedíamos opinión sobre las cosas que íbamos haciendo, les enseñábamos las familias y las escuelas con las que habíamos contactado. Siempre que venían amigos o hablábamos, ellas estaban presentes.
Creo que un niño puede participar activamente en decsiones de este tipo. Cualquier detalle que puedas pensar del viaje estaban presentes: cuando compramos los billetes de avión, montaron presentaciones para contarlo en su cole…
Un año lejos de casa, de su cole y sus profesores … ¿Cómo os organizais para que no pierdan el curso escolar?
Conocemos muchas familias viajeras y cada una lo hace de una manera diferente. También depende mucho del centro y de la colaboración que te de. En cualquier caso, existe el programa de Familias Itinerantes del Ministerio de Educación que marca las pautas.
Nosotros tenemos unas rutinas por las mañanas. Trabajan las áreas intrumentales conmigo, tenemos contacto con sus aulas a las que van contando y relatando por donde van y que van haciendo. Y tenemos en nuestra web que lo hemos denomindado “Trip Schooling”. De cada lugar a donde vamos, cualquier cultura o tradicional se lo contamos y ellas graban videos explicando, a su manera, ese lugar, esa costumbre, esa comida, ese país. Son videos para que otros niños, que a lo mejor no han tenido esa posibilidad de visitarlo, puedan verlo.
Al margen de lo que marque el curriculum de cada curso, ¿Qué les está enseñando este viaje? ¿qué les aporta a su persona?
Nosotros, como profesores, valoramos mucho más ese curriculum oculto que el curriculum de las materias. El curriculum de las materias es algo que hoy en día no tiene mucho sentido, que en cualquier momento está al alcance en internet. Para nosotros, lo más importante es que tengan la experiencia, que tengan la iniciativa de conocer, que sean emprendedoras, que tengan valores claros, un respecto absoluto al de enfrente. Este curriculum oculto en el viaje está presente cada minuto. Desde cada escuela que visitamos a cada familia que nos acoje, cada lugar al que entramos, una cultura, una tradición, una costumbre, un lugar, un clima, una forma de hablar… Ahí hay un aprendizaje que no se puede lograr de ninguna otra manera.
Sabemos que en educación los resutados se ven a largo plazo y como papas esperamos haber sembrado esa semillitas que el día de mañana les permita ser unas personas que se preocupen por la persona que tienen en frente, que sean respetuosas y hospitalarias, que abran el corazón al de al lado. Que no tengan miedo, que persigan sus sueños. Y eso es lo que esperamos haber logrado moviéndonos así.
Viajar es maravilloso pero es costoso en varios sentidos. Nuestra casa es un auto, llevamos 9 meses que no hemos pisado ni un hotel, es un viaje austero porque era necesario también aprender a vivir con poco. Eso era algo que teníamos muy claro, aprender a vivir con poco. Te hace despreocuparte de las cosas materiales y te da más tiempo. Pensamos que tener demasiado hace que a veces seas menos pero en nuestra sociedad es difícil llevar esas cosas a cabo y en un viaje así las cosas fluyen de esa manera, no hay otra posibilidad y eso creo que nos ha enriquecido tremendamente a todos,
Para nosotros todo esto ha sido aprender, aprender y aprender, pero juntos. Ellas y nosotros y nosotros y ellas.
En julio volvéis a casa, ¿vuestra vida habrá cambiado para siempre?
Nuestra vida, desde antes de salir, desde el día que tomamos la decisión, cambió. Empezamos a mirar la vida con otras perspectivas, a compartir de otra manera, a ser muy creativas… eso estoamos seguros que se va a mantener.
Aun así somos una familia normal. Nos encanta nuestro trabajo, compartimos los fines de semana con amigos, con familia, salimos, entramos… eso va a estar ahí porque además nos encanta, no hicimos este viaje porque huyéramos de nada, el viaje lo que ha hecho es aportar más. Las cabezas desde hace meses son un torbellino de ideas, de posibilidades, de lugares y sí, hemos cambiado y esto nos ha hecho cambiar. Somos conscientes de que podemos lograr lo que queramos.
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