Por Ana Ramos, amante de los viajes y de la fotografía.
1. Sumergirse en la era de esplendor del Imperio Romano
El Coliseo es un lugar para soñar. Sus pasadizos, gradas y ascensores les proporcionarán a tus hijos una aventura sin igual, en la que imaginarán a gladiadores y animales enfrentándose en batallas para alcanzar la gloria. Dado que se trata de una de las siete maravillas del mundo, no es de esperar que sea un lugar profusamente visitado, por lo que se suelen formar grandes colas.
Para que no pierdas tiempo y tus pequeños no se aburran en la fila, te recomendamos reservar todo con antelación. Las entradas al Coliseo de Roma las adquieres fácilmente accediendo a la plataforma de Musement. Descargando su aplicación, podrás guardar los cupones y tendrás al monumento con toda comodidad y seguridad.
2. Disfrutar de atractivos parques
Ningún recorrido por una gran ciudad está completo sin la visita a parques y museos. Los pequeños se sorprenderán al pasear en Villa Borghese. Allí podrán liberar sus energías corriendo, montando bici o ponys. Lo fantástico es que allí se encuentra el Museo de los Niños y el Bioparco.
El museo ofrece exploraciones en sus huertos, la cocina, áreas acuáticas, zona de vientos, y muchas otras experiencias.
Por su parte, el Bioparco permite admirar más de 1.200 animales distribuidos en áreas adaptadas a cada especie.
3. ¿Tus hijos dicen siempre la verdad?
Llévalos hasta la Boca de la Verdad, una escultura ubicada en la Iglesia de Santa María de Cosmedin y ponlos a prueba. Deberán introducir su mano en la boca del Dios del Mar. Según la leyenda, quien miente resulta mordido por la máscara.
4. Recorrer la ciudad en bici
Descubrir sus calles, monumentos, y puntos de interés en bicicleta es una excelente idea para poner en práctica el sentido de aventura pedaleando con tus hijos. Lo mejor es aprovechar el domingo para recorrer el centro de Roma. Eso sí, alquila bicis de montaña para evitar las incomodidades de sus calles de piedra.
5. Disfrutar de los parques de attraciones
Imposible no culminar unas merecidas vacaciones sin vivir la experiencia de gozar en los parques de atracciones que ofrece Roma. El Zoomarine es un parque marino de 40 hectáreas que propone diversión y educación ambiental, mientras que Rainbow Magicland está repleto de todo tipo de atracciones que cualquier otro parque a nivel mundial puede ofrecer.
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